Que uno ve o que bebe: se sufrirá un daño que uno mismo habrá causado.
Que uno vuelca o que riega en el suelo: alerta contra algo irreflexivo que uno va a emprender.
Que uno vende: se tienen malos designios hacia alguien.
Sucias y grasientas: mal presagio: los sueños de aguas turbias no pueden interpretarse positivamente.
Limpias y clara: mejor presagio.
Sueño sexual, las perversiones no están excluidas.
Que uno ve: la fierecilla será domada.
Con el que uno se hiere: es esperado con impaciencia por su pareja.
Ideas y actos de una gran audacia pueden verse coronados por un éxito que será peligroso.
Viva: beneficio y utilidad.
Encaramada o erguida: muerte de grandes personalidades.
Sobre la cabeza: desgracia y muerte.
Muy alta: puede contar con una suerte especial.
Negra: muerte próxima de un buen amigo.
Blanca: posible gran herencia.
Que uno derriba o captura: pérdida y tristeza.
Que uno posee: honor, negocio comercial ventajoso.
Que uno ve: anuncia la proximidad de un acontecimiento decisivo.
Que se retrasa: algo va a suceder más pronto de lo deseado.
Que se adelanta: pasará todavía mucho tiempo antes de que un deseo se realice.
Sueño netamente premonitorio, simboliza que va a ser tendida una trampa.
Que uno ve: alerta contra un descuido.
En el que uno se arrastra: Caerá en una trampa o en una mala compañía.
En el que uno cae: será preocupado o molestado por terceros.
Que uno tiene en su traje: hay que esperar un engaño.
Que uno remienda: tristeza.
Prueba, demostración de valor que incita siempre a una especial prudencia.
Ahogarse: suerte y alegría.
Ser salvado de ahogarse: conocerá a una persona de muy buen corazón y dispuesta a grandes sacrificios.
Ser ahogado por alguien: pérdida que afecta a la fortuna.
Apresurarse a ayudar a una persona que se ahoga: dominará una situación con mucho coraje y sangre fría.
Ver un ahogado: placer.
Ver muchos ahogados durante una catástrofe: anuncio de grandes sacrificios.
Ver a uno o varios ahorcados presagia procesos, pérdida de dinero, herencia que se nos escapa, amistad traicionada.
Soñar que estamos ahorcados es indicio de próxima elevación de cosas perdidas.
El aire, como tal, raras veces aparece en los sueños, y cuando llega a ser visible es como una brisa temblorosa, tanto límpida y transparente, como teñida de diversos colores y aspectos.
Cuando es perfectamente límpido y apacible augura un período próspero, un viaje feliz o la recuperación de algo perdido. A veces incluso parece perfumado, lo que todavía es mejor presagio, pues indica serenidad, relaciones con gente importante y éxito en los negocios.
Pero si este aire límpido y claro está agitado anuncia un peligro próximo, seguramente una enfermedad; y si se percibe como notablemente frío puede anunciar una pérdida, seguramente de un amigo sincero.
Si el aire es brumoso nos advierte para que seamos prudentes, ya que son de temer peligros por falta de circunspección.
Cuando el aire está teñido por una coloración rojiza es que son de esperar calamidades públicas, disturbios o revueltas en el lugar de nuestra residencia.
El aire oscuro, casi negro, que llega a ocultar el cielo, indica desavenencias y discordias con nuestros superiores, pero si posteriormente este aire se aclara es que estos problemas fueron debidos a malos entendidos y todo se solucionará finalmente.
Que uno ve: exhortación a la prudencia.
Al que uno juega significa que perspectiva de un compañero /a sagaz gracias al cual se podrán obtener muchas ventajas.
Que uno gana la partida significa que no se sabe sacar provecho de las ventajas que ofrece un compañero /a y se pierden a causa de las propias faltas.
Que uno pierde la partida: con la ayuda de un compañero /a sagaz, se obtendrán éxitos y ganancias considerables.
Si en sueños recibimos alabanzas es una advertencia de que en la vida real también recibiremos lisonjas, pero que no debemos confiar en las mismas, pues pueden ser interesadas.
Expresión de obstáculos insuperables.
Ver un alambre: se le ha tendido una trampa.
De oro: los negocios progresarán bien.
De plata: los planes malévolos de terceros serán desbaratados.
Que uno ve significa que se es particularmente apreciado por el otro sexo o se tiene más de un adorador o adoradora.
En el que uno se engancha o se hiere: está saboreando en varios huertos los frutos del amor.
Que uno ve: debe tener más paciencia en un asunto o negocio.
Efectuar trabajos de albañilería: se construye una felicidad duradera.
Soñar con un albaricoquero en flor es un buen augurio para nuestros proyectos y esperanzas. Si está lleno de albaricoques indica que aparecerán en nuestra vida nuevas oportunidades y amistades, que fructificarán nuestros proyectos; pero si están secos o echados a perder nos advierte para que prestemos mayor atención a los problemas materiales si queremos evitar engaños y decepciones.
Que uno encuentra: reposo y satisfacción.
En el que uno se encuentra: encuentro con un amigo fiel.
Que uno ve abandonado: será abandonado por los amigos y permanecerá solitario.
Ser padre o madre dueño de un albergue: buena fama.
Del mismo modo que para alcanzar el corazón de la alcachofa es necesaria mucha paciencia e ir eliminando sus hojas una a una, para alcanzar el corazón (o el sexo) que deseamos, también debemos ser pacientes y persistir en nuestras pruebas de ternura.
Que uno ve o a quien le habla: conocerá a una persona que le será útil.
Con el que tiene una desavenencia: disgustos.
Ser alcalde: progreso en el plano profesional.
Que uno ve: exhortación a seguir un buen consejo que se ha recibido.
En la que uno tiene algo que hacer: dará que hablar.
En sueños, símbolo no de algo seguro sino del peligro que puede surgir de ello.
Ver una fortaleza o hallarse en ella: peligro.
Llegar ante una fortaleza cerrada: algo inesperado va a producirse.
Ver una fortaleza que arde con mucho humo: presagio de sucesos graves en el país.
Ver una fortaleza en ruinas: se recordará mejores tiempos.
La corteza del alcornoque, el corcho, simboliza la ligereza; por ello, soñar con él indica que sentimos el corazón ligero como el de un adolescente, y si todavía lo solos, que nos embarga la alegría de vivir.
Que uno ve: recibirá muchos alfilerazos.
Que uno busca sin encontrarlo: agitación.
Con el que fija alguna cosa: una nueva relación en la que uno pone muchas esperanzas, no durará mucho y lo defraudará.
Con el que uno se pincha: un estúpido asunto ya viejo, le será recordado por alguien.
Que uno ve: preocupaciones o falta de comodidad.
Que uno limpia o sacude: una visita inoportuna.
Si vuestras alforjas aparecen vacías en el sueño, al igual que en la vida real, es un signo de pobreza y dificultades; en cambio, si están llenas es signo de riqueza.
También, al igual que en la vida real, la alianza es una promesa de matrimonio, y lo que suceda en el sueño con la alianza será lo que ocurra a nuestras esperanzas de esposar a la persona amada. Para una mayor ampliación, véase (ANILLO).
Símbolo de exhibición de los pensamientos íntimos; ofrecimiento demasiado voluntario.
Que uno tiene: penas y tormentos.
Soñar que nos hallamos en una almadía a merced de las olas es una señal de peligro, de indecisión, de que nos hallamos enfrentados a acontecimientos que pueden cambiar el curso de nuestra vida, o que al menos nos lo parecerá.
Dulces, que se comen: será estimado u obtendrá una ganancia gracias a los amigos.
Amargas, que se comen: es desaprobado o decepcionado por sus amigos o conocidos.