Ver en sueños un as del juego de cartas indica que no tardaremos en recibir buenas noticias. Si vemos más de uno, es que vamos a iniciar un período de buena suerte; no la dejemos escapar.
Ver en sueños cualquier objeto provisto de asa, ya sea una jarra un cesto, una maleta, o sea lo que sea, nos promete una protección especial en la vida.
Que uno ve o que prepara: recibirá una invitación.
Que uno come: buenos negocios o ganancia de otro tipo.
Soñar que estamos dándole vueltas a un asador mientras vigilamos como se asa la carne nos presagia servidumbre si somos ricos, y provechosos si somos pobres.
Si en el sueño nos limitamos a colocar la carne en el asador, sin hacer nada más, lo que nos augura es un trabajo fácil y bien retribuido.
Cuando nos limitamos a ver el asador, pero no somos nosotros los encargados de darle vueltas, es importante ver de qué material está construido. Si no es más que un palo de madera, indica que después de pasar una mala temporada volverá a sonreírnos la fortuna. Si el asador es de hierro, es que nos espera un trabajo penoso, aunque esté bien pagado.
Si soñamos que somos asaltados, es que nuestro confort material esta asegurado, a menos que los asaltantes sean soldados, en cuyo caso lo que indica es que necesitamos mucho valor y decisión para lograr lo que nos proponemos.
Si somos nosotros los asaltantes, es que los éxitos que hemos logrado hasta ahora se deben, casi siempre, a nuestra temeridad.
Se espera en secreto que gracias a la ayuda de otros la existencia se simplifique.
Que uno ve: se quisiera avanzar fácil y rápidamente, pero no se logrará.
Que uno utiliza: será consolado.
Que uno llama: ayudará a los pobres.
Reacción absolutamente física a pensamientos inconscientes.
Sentir asco: anuncia un empacho.
Durante la comida: alguien le quiere mal, le desea un mal.
Tener en la mano un animal repugnante: mucho éxito en el amor.
Es un sueño muy parecido , pero con una variante de que en este sueño sabemos íntimamente que seguimos un camino erróneo -casi siempre en lo moral- pero creemos que basta con guardar las apariencias, y que lavando el cuerpo también lavamos el alma.
Soñar que nos vemos asediados o que nos hallamos en un lugar asediado siempre es un indicio de que hemos llegado a un momento crítico en nuestra vida, ya sea en lo social, lo profesional o incluso en la salud, y que se impone un cambio radical o al menos una temporada de reposo si no queremos sufrir una grave crisis que puede terminar con la salud, o hacernos perder gran parte de lo conseguido con un trabajo excesivamente agotador.
También en este sueño las circunstancias son muy similares al sueño Si lo que aseguramos es un objeto, algo inanimado, este sueño nos advierte de que nos estamos apoyando demasiado en alguna cosa o en alguna costumbre, y que si querremos triunfar debemos hacer que
Fin violento de un período de la vida: a menudo, muerte violenta del propio sujeto.
En relación con la vida del sujeto: la mala suerte de otros procura ventajas.
En el que uno participa: saca provecho de la miseria de otros.
Los sueños de asesinato pueden ser también sueños de videncia, susceptibles de guiar las búsquedas.
Uno mismo: recuperación de la salud o éxito que suscitará los celos y la envidia de otros.
Ver a otros asfixiarse: triunfará de sus enemigos.
Asfixiar a alguien: un adversario quiere hacerle una trastada.
Siempre indica que en nuestra situación actual o inmediata existirá un peligro real del que nos salvaremos providencialmente.
Liquidación del pasado, como sucede a menudo con el sueño con una estación.
Estar sentado afuera en un banco: se anuncian aventuras amorosas.
Sueño suscitado por el miedo de no lograr solo una necesidad de la existencia.
Que uno busca y encuentra: habrá que comenzar una nueva vida.
Que uno pierde: en un negocio no hay que perder el valor, porque todo acabará bien.
Al igual que en todos los sueños de Cuando ello no es así, lo que hay que temer es que nos ronde la traición.
Símbolo de la paciencia, que no se debe exagerar porque se será tenido por tanto o se tendrán amigos tontos.
Ver un asno: discordia.
Montarlo: se alcanzará lentamente la meta.
Darle de comer: se ayuda a alguien que no lo merece.
Verlo correr: disgustos.
Pegarle: dureza de corazón con respecto a alguna persona cercana.
Oírlo rebuznar: penas y trabajo inútiles.
Desplazarse en un carro tirado por un asno: se deja influir demasiado por personas irreflexivas.
Ser atrapado por ellas (o por la rueda de un molino): una relación amorosa de consecuencias graves.
Cuando en sueños sufrimos una aspersión con agua bendita, o la presenciamos, augura el fin de las enemistades y la dispersión de los enemigos.
Que uno ve: no hay que perder el buen humor por una contrariedad previsible.
Que uno utiliza: le dirá cuatro verdades a una persona desagradable.
Ver a un astrólogo u ocuparse de astrología: más éxito que antes.
Ver signos astrológicos significa que se harán descubrimientos que serán de gran importancia para la futura carrera.
Sueño que expresa un deseo suscitado por un gran nerviosismo, el organismo está fatigado.
Que uno obtiene: no podrá participar en una diversión de la que se alegraba por anticipado.
Soñar que tomamos un atajo suele ser una manifestación de nuestro anhelo de triunfar y de que no nos importa salirnos de los caminos trillados exponiéndonos a toda clase de peligros.
Este sueño tiene dos vertientes: a corto plazo nos anuncia la entrada en un período de inestabilidad y luchas, y a largo plazo nos asegura que en nosotros existe madera de luchador, y que seremos capaces de conseguir cuanto nos propongamos; lo único que nos falta es un poco más de experiencia y de autodominio.
Este sueño nos indica que vivimos a la defensiva por miedo a enfrentarnos a las dificultades y luchas de la vida diaria, ya sea con nuestros enemigos o con nuestros competidores.
Ya es hora de que abandonemos este refugio temeroso y nos lancemos con ímpetu y decisión a la lucha diaria, desterrando el miedo a lo que casi siempre no son más que enemigos o peligros imaginarios.
Soñarnos atados significa una dependencia que ya empieza a pesarnos demasiado y cuya solidez está en relación a la de los lazos que atan.
En este sueño hay que tener en cuenta el lugar al que nos hallamos atados (si es una persona hay que reconocer de quién se trata) y la naturaleza de las ataduras, lo que completará la interpretación. Si durante el sueño rompemos las ataduras, significa liberación.
Soñar que atamos a alguien significa que cometeremos una injusticia o arbitrariedad, a menos que la persona a la que atamos sea alguien del sexo opuesto a quien reconozcamos, en cuyo caso lo que indica es el afecto o el deseo sexual que sentimos hacia la misma.
Tanto si soñamos con una tubería que se atasca. como si somos nosotros quienes estamos atascados, este sueño significa que en nuestra vida existe un hecho o un sentimiento que no hemos sido capaces de digerir, que se nos ha quedado clavado en el alma y está obstruyendo el libre fluir de sentimientos y emociones, impidiéndonos gozar plenamente de la vida.
Si lo que se atasca en sueños es nuestro coche, o el vehículo en el que estamos viajando, lo que descubre es que hemos errado el camino ya sea en nuestra vida privada o en la profesional.
Nos despedimos interiormente del pasado; las nuevas intenciones sólo pueden ser realizadas cuando el pasado se ha enterrado.
Vacío, que uno ve: se preocupa injustificadamente a propósito de su futuro.
Con un cadáver: presagio de desgracias en el matrimonio o con su pareja.
En el que se ve tendido: suceso feliz en su matrimonio o con su pareja.
Ver un atentado: viva agitación que, sin embargo, toma un buen giro.
Cometer un atentado: sacrificarse inútilmente.
Ser victima de un atentado: amenazan peligros.
Perder sangre: pérdidas en los negocios o en la vida privada.
Cuando soñamos que viajamos en una avión y éste, después de desplomarse en el vacío, logra aterrizar, es que en la vida real nos hallamos ante un problema o sentimiento que no sabemos cómo solventar y salirnos de él.
El aterrizaje presagia el feliz término de esta situación, y las condiciones del aterrizaje nos revelarán la mayor o menor facilidad con que la solucionamos.
Cuando el aterrizaje se realiza felizmente después de un vuelo normal, lo que augura es que el asunto que ahora tenemos entre manos está llegando felizmente a su término.
Si soñamos con un atleta, o somos nosotros mismos quienes nos vemos convertidos en atletas, y poco después nos proponen un negocio, no lo aceptéis de inmediato, reflexionad antes con calma estudiándolo cuidadosamente, pues puede resultar mucho más problemático de lo que parece y estar lleno de trampas de las que difícilmente triunfaremos.
El instinto sexual se abre una vía.
Entregar un atracador a la policía: ganará un proceso o recibirá una recompensa por las capacidades de que ha dado prueba.
Que uno ve: aventura amorosa.
Que uno efectúa: deseo de riqueza.
Ser atracado: atención a la salud.
Constatar un atraco en su casa, sin que nada haya desaparecido: advertencia contra un peligro próximo.
Serlo: alguien le pondrá en una situación muy molesta.
Atropellar a alguien: gastos inútiles causados por falta de atención.
Concedida: mejora su situación, conoce la suerte y el éxito.
Que uno conoce: los planes actuales apuntan demasiado lejos para poder realizarse.
Augura el fin de las penas y dificultades y la iniciación de un período de mayor felicidad en el que se realizarán nuestras esperanzas.
Soñar con una persona ausente nos asegura el próximo retorno de una persona a la que nos une un sincero afecto.