Adorar en sueños a otra persona pronostica que sufriremos una traición sentimental sin gran importancia, que sin llegar a turbar nuestra felicidad se limitara a causarnos un despecho pasajero.
Si se trata de la adoración a una imagen religiosa, a Dios o a la Virgen, es un inicio de tranquilidad, alegría, contento y paz del alma.