Búsqueda de la seguridad en la calma y por largo tiempo.
Que uno ve: muy buen presagio.
Que uno ordeña: ganará mucho dinero sin mucho esfuerzo.
Por la que se es perseguido: advertencia contra un enemigo que podría volverse peligroso por su propia estupidez.
Muerta: graves daños en su negocio.
Ver un establo: curación de una enfermedad.
De niños, que uno ve: protegerá a una persona débil o importante que corre el peligro de ser perjudicada.
En el simbolismo del vado se mezclan los del UMBRAL (como paso de un lugar a otro, de un estado interior a otro, o de una situación a otra distinta), el del AGUA (por lo que contiene de emotivo) y el de las orillas opuestas como lugar de contradicciones, de necesidad de franquear -en este caso vadear- un paso peligroso.
Es por ello que los sueños de vados surgen en los momentos cruciales de la vida, cuando debe realizarse un cambio, ya sea material, mental o espiritual; y para interpretar el sueño es necesario tomar en cuenta lo que existe en la orilla que abandonamos y en aquella a la que queremos llegar, la profundidad y peligrosidad del vado, y cuáles son los medios de que disponemos para cruzarlo.
Se aleja de la norma moral, normal sin saber adónde va; posible peligro a consecuencia de los conflictos.
Que uno es o con el que se tienen relaciones: caerá en malas compañías.
Que uno ve: comprará bienes.
De viajeros: un encuentro fugaz.
De mercancías: recibirá un objeto que deseaba.
Que uno ve: ventajas a consecuencia de un viaje que uno emprende o que emprende otra persona por cuenta de un tercero o para encontrarse con un tercero.
En el que uno come: en un asunto o negocio en curso, se puede aliar lo agradable a lo útil.
Que uno abre: hará un descubrimiento.
Que uno come: conocerá a una persona sin pretensiones.
Según dé prueba de prudencia o de aturdimiento en sus relaciones con otros, puede Nueva, que uno compra: la familia aumenta. Sucia, que uno ve: tendrá preocupaciones caseras. Que uno lava: armonía en el amor y la amistad. Que uno rompe: suerte.
Signo de una hondonada en el camino que uno recorre en la vida; lo contrario de montaña y roca; a menudo también, indicación de un punto de reposo.
Que uno ve o en el que hace una excursión: si el valle es bonito, tiempos modestos pero felices en perspectiva; si es oscuro, pérdidas causadas por extravagancias.
La conciencia de inferioridad se traduce en sueños por prueba de un valor especial.
Tener valor significa que va a adquirir prestigio e influencia.
Sentido opuesto al de Que uno ve: corre el riesgo de caer en las redes de un explotador.
Que uno ve: un trabajo honestamente realizado se revela inútil.
De una locomotora: hace planes demasiado ambiciosos.
Sobre una cocina o una estufa: desavenencias familiares.
Un trabajo desagradable va a causar una cantidad de disgustos.
Que uno ve: será castigado por una mala acción.
Con la que le pegan a uno: éxito de un plan o de un proyecto.
Con la que uno le pega a alguien: fracaso de un proyecto.
Atar varias varas: por falta de reflexión se buscará dificultades.
Ver un haz de varas: el futuro próximo dará buenas lecciones.
Que uno limpia o pule: especulación.
Que uno compra: prodigalidad.
Que uno regala: será estimado por alguien.
Precioso, valioso, que uno posee: recibirá un regalo.
Que uno rompe: suerte.
Vacío: no será un huésped bienvenido.
Que uno llena de agua: buena salud.
Que uno ve lleno: será bien visto en una velada.
Que uno ve desbordar: pelea.
Que uno llena de vino: alegría y placer.
En el que bebe: prosperidad.
Vacío, que uno ve: al no haber podido tomar parte en una fiesta, ha escapado a una decepción.
Que uno rompe: encontrará en una persona lo que ha buscado.
Que uno ve o encuentra: la paz corre el riesgo de ser turbada.
Con el que uno habla: explicaciones desagradables.
Que uno ve o encuentra: la paz corre el riesgo de ser turbada.
Con el que uno habla: explicaciones desagradables.
En nuestros días los viejos sólo existen como seres desvalorizados, y en tal forma que hasta la palabra Pero en los sueños sigue perviviendo el anciano, y cuando aparece es realmente viejo y, como en la antigüedad, representa aquella sabiduría que proporcionan los años; es un símbolo más de la madre tierra, de la eternidad, del espíritu de los antepasados. Y con tales poderes y cualidades casi mágicas son una entidad protectora y benéfica o el destino inexorable. No es raro que en los sueños aparezcan tres ancianas de edad indefinible -las tres parcas, dueñas del destino- para hacernos presente que a pesar de sentirnos fuertes y arrogantes, el destino está por encima de nosotros y en cualquier momento puede rebajarnos al lugar que realmente nos corresponde. O puede ser una única figura de anciano -hombre o mujer- que parece asegurarnos que nuestros temores son injustificados, pues ya sea el espíritu de nuestros antepasados, el ángel guardián o el ángel guardián o el guía que vela por nosotros, siempre existe una protección invisible que nos preserva de muchos peligros. Estos sueños de ancianos siempre son trascendentes, y si bien no son frecuentes, sí impresionan. Normalmente, domina el aspecto benéfico o el sentido del destino, pero cuando no es así se refieren a la maldad primitiva, ancestral, y aparecen como la bruja o el hechicero, que si bien a veces podemos relacionar con alguna persona -también vieja y malvada- de la vida real, casi siempre delatan la maldad oculta que existe latente en nosotros hasta que no alcanzamos un determinado grado de evolución. Véase, también, JUVENTUD.
Símbolo sexual masculino.
Que uno compra: suceso feliz.
Que uno enciende: promesa de larga vida.
Consumida hasta el extremo o apagándose: deceso en la familia.
Que uno ve arder en la cocina: lamenta un acto que ha perjudicado a alguien.
Que uno ve alargarse, derretirse o quemarse: asistirá a una fiesta.
A un enfermo durante la noche: una noticia esperada llegará pronto.
Porque no podemos o debemos dormir: exhortación abrir bien los ojos.
Como ya indicábamos al tratar del CABELLO, mientras que éste por su situación en la cabeza simboliza las fuerzas superiores, el vello simboliza las fuerzas inferiores e instintivas; especialmente la energía y potencia sexuales.
Véase PELO.
Alerta contra los que se aprovechan de la ingenuidad o del aislamiento.
De la novia, que uno ve: penas de amor.
Roto, que uno ve o verlo romper: ruptura o separación en el amor.
Ver otros velos: corre el riesgo de hacerse ilusiones.
Llevar un velo o envolverse en él: soledad o abandono.
Velo de duelo: un suceso triste que se temía no se producirá.
Las vendas tanto pueden simbolizar el dolor como la ceguera, todo depende de su localización.
Es por ello que tanto la diosa Fortuna, como Eros, dios del amor, y Temis, diosa de la justicia, se representan siempre con los ojos vendados, simbolizando con su ceguera su imparcialidad; que no eligen de forma partidista a quienes deben favorecer o perjudicar con sus decisiones.
En los sueños, las vendas suelen indicar que alguien intentará beneficiarse a costa de nuestro dolor, o que estamos ciegos ante las cosas y los hechos, lo que puede causarnos muchos desengaños, tanto en la vida material como en la sentimental.
Los pensamientos están turbados; hay que ser prudente en sus planes y proyectos.
Que uno ingiere: peligro en perspectiva.
Que uno da a alguien: caerá en la miseria.
La visión debe ser examinada en relación con Ver una ventana abierta: felicidad y satisfacción. Entrar por una ventana: querella y disgustos. Salir por una ventana: pérdida financiera. Ver una ventana cerrada: será duramente perseguido. Estar sentado o de pie asomado a una ventana: preocupaciones profesionales. Ver una ventana con los cristales rotos: será injuriado. Mirar por una ventana: esperanzas frustradas. Caerse de una ventana: esperará en vano, ayuda.
Los sueños en que aparece un ventisquero, como todos aquellos en que interviene la nieve y el frío, deben interpretarse de igual modo que los de HIELO, y es que cuando se sueña con nieve, hielo o viento helado, es que hay frío en el alma y poca vida en el cuerpo.
Indicativo de la potencia sexual, como la primavera, el otoño y el invierno. Las estaciones representan los períodos de la vida.
Símbolo del crecimiento de las plantas, de la naturaleza intacta, pero también de lo que es de un verde venenoso y, por lo tanto, sin valor.
Como color: significado positivo en general.
Ver unos ojos verdes: amigos fieles.
Una cara verde: deberá cuidar a un enfermo.
Agua verde: progresos.
Llevar un vestido verde: suerte.
A menudo es consecuencia de una irritación de la epidermis o de un órgano, si no, anuncio de que será cubierto de vergüenza o de ridículo delante de todo el mundo, a veces también significado erótico.
Que uno ve: descubrirá una debilidad o un punto oscuro en la vida de un amigo o amiga.
Que uno tiene: será sorprendido en el momento de una debilidad o le llamarán la atención sobre una debilidad, o alguien se inquietará a propósito de un punto oscuro de su vida.
Según la calidad del traje se puede discernir hasta qué punto se desea una mejor situación; se comprenden también otras muchas cosas.
De oro, que uno lleva: recibirá una bella promesa, pero carente de seriedad.
Bordado en oro, que uno ve: suerte y felicidad.
Que uno tiene: ganancia y buenos negocios.
Que uno lleva: días tristes o un trabajo penoso.
Bello, que uno tiene: conseguirá una buena situación.
Valioso, que uno se pone: suerte.
Blanco: será recibido de una manera agradable.
Azul: alegría.
Rojo: se volverá orgulloso.
Amarillo: hipocresía.
Verde: una esperanza se realizará.
Negro: duelo.
Lavar un traje: hará economías.
Romperlo significa que se deja llevar por accesos de cólera.
Llevar un traje sucio: los negocios irán mal.
Quemar un traje: será ofendido o calumniado.
Uno mismo: los secretos serán adivinados.
Ver a otros vestirse: no le negarán su ayuda a una persona extraña.
Que uno hace: circunstancias inquietantes y opresivas pesan sobre la persona que sueña; la atmósfera en la que vive es pesada y opresiva.
Seguir su camino en la vida; los otros pasajeros son importantes para el viaje.
Que uno ve significa que emprenderá un viaje o recibirá visitantes que vienen del extranjero.
Que uno ve: amor desgraciado.
Por la que se es picado: felicidad arruinada.
Que uno mata: reconciliación.
Exhortación a reflexionar, alerta contra las malas inclinaciones; las personas viejas pueden también volverse malas.
Ver una vieja: felicidad y satisfacción.
Serlo uno mismo: se rejuvenece en su manera de pensar.
Se descargan las energías espirituales.
Que sopla en pleno rostro: obstáculos de alguna naturaleza.
En la espalda: progresará bien.
En el que se ve flotar algo: noticias.