Es la imagen de quien pose el conocimiento y puede transmitirlo, y en los sueños se presenta a menudo como un anciano de cuya presencia ya se desprende que su origen se centra en lo más íntimo y cercano a nuestra propia alma.
Son sueños que no requieren traducción, pues el mensaje que encierran es directo y siempre benéfico, a pesar de que a veces puede parecer inquietante o molesto; pero es que no siempre estamos dispuestos a aceptar los profundos consejos que nos llegan en estos sueños, pues la verdad no siempre es agradable.
Que uno ve: será atacado por enemigos.
Que uno lleva: exhortación a la prudencia, porque un tercero está dispuesto a la violencia.
Con el que uno atraviesa de una estocada a otros: caerá en una situación difícil.
Con el que se es amenazado o alcanzado: triunfará de un adversario.
Que uno ve: larga vida.
Ver varios sacerdotes: todo será revelado.
De un monasterio: la honestidad es decisiva en la vida.
Sueño de vigor sexual, se interpreta de acuerdo con el estado del saco.
Vacío, que uno ve: penuria y privaciones de toda clase.
Lleno: ganancia o éxito dudoso.
Vacío, que uno carga o lleva: trabajo o esfuerzo perdido.
Que se abre y se vacía durante el transporte: fracasará cerca ya del objetivo.
Que uno pierde: fracaso en un asunto o negocio en el que el éxito era de todas maneras incierto.
En el que uno mete la mano sin mirar, o del que quiere sacar algo y encuentra algo distinto de lo que esperaba: decepción o fracaso inesperado.
Que uno hace: será apreciado.
Ver un cepillo para las ofrendas: recuerda que todo lo terrestre es efímero.
Introducir una ofrenda en un cepillo: en la desgracia, encontrará un amigo.
Pasar al lado de un cepillo para ofrendas sin advertirlo: soledad y abandono.
Esta distinción particular libera de la tristeza y de las preocupaciones.
Ver la Sagrada Cena: felicidad y honor.
Tomar parte uno mismo: liberación de las tristezas y los problemas.
Tema original de la sal como elemento vital y base de la salud; es siempre malo carecer de ella.
Que uno ve: buen presagio para un proyecto o una iniciativa.
Que uno utiliza: un acontecimiento prestará nuevo encanto a una vieja costumbre.
Que uno derrama: contrariedades o mala suerte pasajeras.
Se está solo; uno quisiera sin embargo estar acompañado; cuidarse de los parásitos.
Que uno ve: conocerá a muchas personas.
En la que uno se halla para divertirse o para un encuentro: se divertirá a costa de otros.
En la que se asiste a una reunión o algo similar: querellas y explicaciones con terceros.
Que uno ve: desgracia.
Que uno abandona: decisión favorable en un asunto que ha sido la causa de muchas contrariedades.
Que uno ve: las relaciones con un grupo determinado de personas revestirán próximamente una importancia particular.
Un plato o comer un plato demasiado salado: se enamorará secretamente o será amado secretamente.
Que uno recibe: cosechará la ingratitud.
Que uno le paga a alguien: tendrá dificultades causadas por terceros.
Que uno ve o que come: conocerá a una persona encantadora, pero sin el menor valor interior.
En los sueños, el salmón es el equivalente acuático del JABALÍ, por lo que también significa el coraje y el valor que predominan por encima del mismo instinto de conservación; es decir, por encima de la propia vida.
Soñar que pescamos un salmón es una forma de acuciarnos para que saquemos de lo más profundo de nuestro ser el coraje y el valor necesario para lograr el éxito, ya que deberemos luchar con poderosos enemigos o competidores.
Si nos comemos al salmón, el sueño nos promete además la seguridad de dicho éxito.
Que uno ve: en los sueños de mujeres, preocupación por la vestimenta; en los sueños de hombres, prepararse a hacer gastos inútiles o que se salen de lo corriente para mujeres.
En el que uno trabaja: se está obligado a hacer el papel de cenicienta.
Los sueños de salpicaduras siempre son una advertencia para que seamos muy cuidadosos con lo que hacemos o decimos, pues existe el peligro de vernos mezclados en algún escándalo.
Que uno ve: evento feliz de corta duración.
Que uno captura vivo: venganza ejercida contra una persona sola e indefensa.
Que uno mata: le causará desventajas a alguien.
Saltar en sueños sólo es un buen presagio cuando se salta hacia arriba, o sea en los saltos de altura, ya sean simples o de pértiga, en cuyo caso indicarán nuestros esfuerzos por mejorar de posición, ya sea por nuestro propio esfuerzo o con ayuda de los demás (simbolizados por la pértiga).
Pero cuando el salto no es deportivo equivale a querer saltar obstáculos en la vida real con excesiva ligereza, lo que es una imprudencia.
La naturaleza de los obstáculos o peligros nos vendrá explicada por el nombre de lo que saltamos.
Si en sueños nos vemos obligados a saltar significa que nos veremos en una situación difícil, que deberemos superar pruebas que no estamos preparados para superarlas; pero cuyo resultado será bueno o malo según como finalice el salto soñado.
Si lo que soñamos es que debemos saltar pero no nos atrevemos a hacerlo, revela nuestro temor a cometer una imprudencia.
A una alta personalidad: anuncio de una visita agradable.
A una persona que uno no le gusta: anuncio de una visita desagradable.
Ser saludado por niños: acontecimiento feliz en la vida familiar.
Siempre muy importante: compensación de tensiones interiores y de depresiones.
Que uno adora: fe segura.
Que uno ve y oye hablar: alegría y bendición
Que uno alaba: felicidad y bendición en todo tiempo.
Los salvajes que aparecen en nuestros sueños simbolizan el lado inferior y regresivo de nuestra personalidad.
Son sueños que suelen presentarse en momentos en que parece que las cosas empiezan a mejorar, pero todavía nos hallamos en un situación transitoria no muy bien definida.
En el fondo revelan el temor a seguir adelante, el íntimo pensamiento de que quizá sería mejor no aventurarnos, lo que si bien puede parecer lo más seguro en realidad equivale a fracasar en la vida sin haber llegado a luchar de verdad para lograr el triunfo.
Se trata, pues, de una buena advertencia.
Sueño de angustia, disposición nerviosa patológica que incita a la prudencia.
A alguien: un mérito será recompensado con una distinción o una suma de dinero.
Ser salvado por alguien: alerta contra un peligro que amenaza, un accidente en particular.
Que uno ve: se recuperará de una gran decepción, de un fracaso o de una pérdida mucho más pronto de lo que piensa.
En el que uno se encuentra en calidad de paciente: chocará con fuertes obstáculos.
En el que ejerce actividades: la disposición mostrada o la prueba de que se está decidido a ayudar, serán recompensadas.
Como todos los frutos repletos de semillas, la sandía simboliza la fecundidad, ya sea la nuestra o la del proyecto que tenemos entre manos.
Significado muy diversos; a menudo, sentido sexual.
Ver sangre: se teme por una persona cercana.
Perder sangre: buen presagio.
Escupirla: enfermedad, mal presagio.
Muchas nuevas posibilidades, mejoramiento de la situación gracias al azar o a su tenacidad.
Que uno ve: mucho dinero.
Que uno oye croar: recibirá elogios.
Que uno tiene en la mano: ganancia.
Que uno mata: se perjudicará a sí mismo.
Que uno come: enfermedad.
Que uno ve vacía: decepción.
Al fuego durante la preparación de la comida: ganancia.
Que uno lava o limpia: se sentirá satisfecho de una empresa.
Que uno ve trabajando: trae a la memoria el dicho Con quien uno trabaja: no sabe como resolver un asunto. Hacerse vestidos: buen éxito, sobre todo en el amor. Hacer vestidos para otros: un buen ajuar para uno o para los niños.
Que uno lo ve: se dejará arrastrar por la pasión a un acto irreflexivo.
Por el que se es amenazado o atacado: a consecuencia de un acto irreflexivo se verá mezclado en querellas.
Que uno ve: encontrará a una persona que no opondrá resistencia.
Ver o coger brotes de sauce: un nuevo conocido o conocida ha suscitado sentimientos más profundos.
Sauce llorón: una amiga le contará sus penas.
Que uno ve: advertencia contra los parloteos inútiles.
Que uno oye tocar: cuando conozca a nuevas personas o reciba su visita, conocerá toda la historia de sus vidas.
Que uno toca: no debería aburrir a otros con cosas sin interés, ni personales ni que conciernen a terceros.
La mayor parte del tiempo, hay una reacción física: se desea beber el elixir de la vida.
Tener sed: conoce a falsos amigos.
Aplacar su sed: felicidad.
No aplacar su sed: esfuerzo o pena inútil.
Sentir sed sin poder aplacarla: duelo e inquietud.
Aplacar su sed más de lo necesario: riqueza y prestigio.
Tener sed y encontrar una botella vacía: decepción en el amor.
Dar de beber a alguien que tiene sed: búsqueda del agradecimiento.
Negarse a dar de beber a alguien que tiene sed: será acosado por malos pensamientos.