Que uno ve: alegría de vacaciones, viaje de descanso o esparcimiento de algún otro tipo.
En el que uno se halla: exhortación a no aflojar el esfuerzo en el cumplimiento de un trabajo.
Que uno deja para entrar en el desierto: tendrá que hacer una gestión penosa.
La relación establecida con un sacerdote significa sumisión y, la mayor parte de las veces, castigo.
Ver un obispo: querella.
Tener una desavenencia con un obispo: chocará contra una hostilidad violenta.
Símbolo d la ingenuidad sexual; se es explotado y no se defiende como sería necesario hacerlo.
Que uno ve: una ganancia.
Que uno oye: chismes en el vecindario.
Que uno guarda: deberá someterse a una ocupación desagradable.
Que uno ve volar: pérdidas.
Que uno ceba: confirma a alguien en una intención o una opinión insensatas.
Que uno mata: se desembarazará de un imbécil.
Que uno despluma: le pondrá la cabeza sobre los hombros a un insensato.
Que uno asa: empresa coronada por el éxito.
Que uno come: éxito.
Que uno ve comer a otros: será explotado por terceros.
En la antigüedad, el odre era el recipiente que contenía los placeres venusinos, pero el cristianismo, al apropiarse de los símbolos paganos, mantuvo este mismo significado pero asociándolo con la idea de pecado, con lo cual pasó a simbolizar la mente perversa.
Sin embargo, en los sueños actuales sólo se mantiene su aspecto de recipiente, que lleno significa abundancia, y vacío, pobreza.
Ser ofendido: perderá a una persona querida.
Por un adulto: puede producirse una separación.
Por un niño: buen presagio, ganará a la lotería, o un proceso en curso, etc.
Por una persona extranjera: malentendido en la actividad profesional.
Que uno ve: dificultades familiares en perspectiva.
En donde ve un matrimonio (sueño de personas solteras): un matrimonio esperado no tiene lugar, habrá que esperar largo tiempo antes de casarse.
Inquietud interior, ocuparse de sí mismo.
Azules: gran amor.
Negros prudencia.
Enfermos, que bizquean: falta de dinero.
Ciegos: buenas noticias.
Ardientes: amor.
Ser privado de sus ojos: pena de amor.
Las olas simbolizan el aspecto pasivo de la existencia, especialmente el lado emotivo de la misma.
Por ello, soñar que nos dejamos mecer por las olas equivale a dejarnos llevar pasivamente por las circunstancias de la vida, sin graves problemas ni conflictos, pero sin poner nada de nuestra parte para modificar su curso.
Las olas arrebatadas por la tormenta simbolizan la irrupción impetuosa del inconsciente, de las pulsaciones instintivas que pueden desarbolar el navío de la razón.
Y, en sueños, este otro aspecto de las olas nos pone en guardia contra graves peligros, seguramente pasionales (amor, odio, venganza, celos...) que pueden hacer naufragar nuestra vida privada, profesional o social.
Pero si en sueños andamos sobre las olas como si marchásemos sobre tierra firme es un excelente sueño que manifiesta que nos sentimos capaces de hacer frente a cuantos problemas y obstáculos se opongan a nuestros deseos.
Es un árbol de gran riqueza simbólica que podríamos resumir en paz, fecundidad, purificación, fuerza, victoria y recompensa.
En los sueños, tanto el árbol como un ramito de hojas (con o sin olivas) siempre se refiere a paz y reconciliación; mientras que las olivas y el ACEITE se refieren de un modo indeterminado a beneficios en todos los órdenes de la vida
Los sueños de ollas y cazuelas siempre se refieren a la vida hogareña o a los deseos de fundar un hogar, pero la mayoría de las veces son sueños desagradables que se acompañan de sensaciones de aprensión o malos presentimientos, en los cuales al destapar una olla se nos aparece vacía o en la misma se están cociendo cosas extrañas y no comestibles.
A las mujeres casadas estos sueños les pronostican o reflejan desavenencias familiares y a las solteras el temor y la incertidumbre acerca de cómo será la convivencia en pareja o si sabrán hacer frente a la vida de casadas.
Agradable: algo de lo que podrá felicitarse.
Desagradable: contrariedades en perspectiva.
Perder el olfato: es perseguido por sus enemigos.
En los sueños raras veces se perciben olores, a menos que sean la respuesta onírica a olores reales presentes en el dormitorio; pero cuando no es así, los olores suelen acompañar a sueños en los que aparecen flores o personajes femeninos, y suelen revelar sensualidad.
Búsqueda de las causas de la inquietud que uno siente, de un secreto interior.
Que uno ve, que uno siente, o tener una hernia umbilical: peligro para sus allegados.
Estas hadas de las aguas, generalmente maléficas, son el símbolo inverso y a la vez complemento de las SIRENAS.
En estas últimas, la parte marina de su cuerpo alude a la relación entre la mujer y las aguas, mientras que en las ondinas se simboliza lo femenino del agua, sus peligros y el lodo traído de lagos, ríos y torrentes.
En los sueños más bien simbolizan los sortilegios mortales del amor (recordemos que en simbología el AGUA equivale a los sentimientos), y nos advierten contra los peligros de abandonarnos incontroladamente a las seducciones del placer.
Casi siempre representación de la vida de la persona que sueña, o episodios aislados, o también aspectos no esclarecidos.
Que uno oye: advertencia contra la falta de sinceridad por parte de terceros.
En la que uno representa un papel: hará un papel de primer plano, pero con ligeros reveses.
A veces, sueño premonitorio; la vida hasta ahora no ha dado satisfacción; hay que prever una intervención brutal, dolorosa.
A la que uno asiste: circunstancias tristes o duro golpe del destino.
Que uno sufre: se beneficiará de la ayuda de otros para salir de una situación mala.
Que uno oye: compañía placentera y alegre.
En la que uno representa un papel: construye castillos en el aire.
Huida para escapar a lo desagradable, a menudo también, agotamiento del sistema nervioso.
Que uno ve: advertencia contra una inclinación susceptible de arrastrarle a la ruina.
Que es ofrecido: alerta contra un estafador o un seductor.
Que uno fuma: le engañan.
Que uno ve fumar a otros: advertencia contra una compañía frívola.
Entrar en un fumadero de opio: se comprometerá en una empresa o aventura que le hará correr grandes riesgos.
Ver ordeñar: hay que aprender a agarrar la ocasión donde ella se presente.
Ordeñar uno mismo: tendrá buena mano en todas las empresas en un futuro próximo.
Querer ordeñar, pero no poder hacer salir la leche de la ubre: la voluntad de emprender cierto proyecto es muy loable, pero quizá faltan las fuerzas necesarias para llevarlo a cabo.
Hace parte de las zonas eróticas.
Que uno ve: exhortación a prestar a lo que se dice de usted, porque así aprenderá algo importante.
Ver a alguien con orejas grandes: una petición será bien acogida.
Tener orejas grandes: mucha alegría.
Tener las orejas tapadas o cubiertas por un apósito o ser sordo: la confianza dada a alguien es mal utilizada.
Limpiarse las orejas: en un asunto demostrará una desconfianza justificada.
Ser tirado de las orejas: se le recuerda una promesa.
Tirar de las orejas a alguien: tendrá penas a causa de un paso en falso de una persona querida.
Hablar a sordos: un deseo o una petición chocarán con un rechazo, o un plan o una intención sufrirán un fracaso.
Sueño suscitado por el deseo de armonía interior.
Que uno ve: un acontecimiento serio o importante.
Que uno oye tocar: tomará parte en una ceremonia.
Que uno toca: buenas noticias.
Que uno ve: advertencia contra una mala compañía o contra placeres costosos y de mala calidad.
En la que uno toma parte: tendrá mala reputación.
Cuando en un sueño debemos escoger entre varias direcciones o simplemente cuando nos fijamos en la orientación de las puertas y ventanas de una casa, la dirección que escojamos o hacia dónde queden orientadas las aberturas de la casa tienen una importancia real, pues indican hacia donde Todo ello es un problema muy complejo en el que, además de factores personales en los que es imposible entrar, intervienen factores de localización geográfica, e incluso de inconsciente colectivo, es decir, universales, comunes a toda la humanidad. En efecto, es de orden universal que Oriente (el este) se opone a Occidente (el oeste), como la espiritualidad al materialismo; la vida contemplativa a la vida activa; lo irracional a lo racional; la luz a la oscuridad; el pasado al futuro; el nacimiento (o la vida) a la muerte. Y todo ello basado en un simbolismo tan simple que parece banal: el sol nace por Oriente y muere por Occidente. Y a pesar de parecer tan banal, es algo tan real e irrebatible como la misma vida, pues nadie puede negar -incluso ahora con la internacionalización y occidentalización del mundo- que en todos los dilemas expuestos el primer término se corresponde con el carácter oriental y el segundo término con el carácter occidental. De un carácter más geográfico es la orientación norte-sur, pues en los países azotados en invierno por los vientos helados del norte este punto cardinal es el que simboliza todo lo malo y malvado; y es desde el sur de donde llega el calor y, con él, todo lo bueno. La excepción la constituyen aquellos pueblos y culturas de clima templado y protegidas de los vientos polares, como es el caso de la griega y la judeo-cristiana, que sitúan al norte la morada de los dioses, invirtiendo los términos de la realidad. Es por ello que en los países cristianos el Cielo está al norte y el Infierno al sur, realizando las equivalencias norte = arriba (y por tanto igual a fuera, a extroversión) y sur = abajo (y por tanto igual a dentro, introversión. Resumiendo y constriñéndonos al mundo de los sueños, diremos que cuando nos orientamos en ellos, lo hacemos para escoger entre subir al cielo (norte) o bajar al infierno (sur); para volver a los orígenes (este) o para resignarnos con nuestro destino (oeste).
Cambio en la vida, se duda sobre qué dirección tomar.
A orillas del mar, de un arroyo o de un río, en la que uno se encuentra: horas alegres pero que pasan rápidamente, mientras que uno quisiera suspender el vuelo del tiempo.
Si no se es un simple sueño de alivio fisiológico, significado sexual, pero bastante complicado.
Orinar: una situación se hace menos opresiva.
En la cama: hay que volverse púdico.
Beber orina: se curará.
Casi siempre tiene el mismo sentido que Que uno tiene o posee: buena evolución de los negocios. Que uno encuentra: encontrará una persona capaz de un amor sincero. Que uno pierde o que gasta: pérdida. Con el que se ve adornado: tipo de vida superficial. Llevar un traje de oro: recibirá una bella promesa, pero no inspiración seria. Que uno limpia o que lava: se elevará por su trabajo.
Que uno ve: participará en una manifestación de cierta importancia.
En la que uno toca o que dirige: entrará en una organización o creará una.
Que uno ve: un amigo o un conocido va a mostrar una faceta que no se le conocía.
Que uno captura o mata: la desconfianza respecto a cierta persona es justificada.
Estado moral que puede ser modificado por terceros; se siente sin defensas y busca una ayuda.
En la que uno se encuentra: necesitará los consejos de otros.
En una bóveda subterránea: hay que estar preparado para un ataque físico.
Y con muchas otras personas: anuncio de una conspiración contra el Estado.
Confusión en las relaciones con otras personas en el plano interior.
Ver bailar a un oso: chismes y contrariedades.
Ver un oso muerto o la piel de un oso: felicidad no exenta de obstáculos.
Ver varios osos: se anuncian acontecimientos que exigen el empleo de todas las fuerzas.
Símbolo erótico; dificultades para alcanzar un objetivo a menudo de orden sexual.
Verlas: algunos planes ambiciosos no se realizarán.
Comerlas: quiere aparentar más de lo que es.
Sueño exclusivamente de vigor viril en el hombre, en general negativo.
Que uno ve o que lo experimenta: el amor disminuye.
Los sueños de ovejas suelen ser buenos presagios, y deben interpretarse exactamente igual que los de CORDEROS