Soñar que adulamos con interés mundano y banal indica que nos ocurrirá algo desagradable pero no realmente grave. Como máximo puede consistir en una humillación que nunca ira acompañada del desprecio de los demás; es decir, no pasará de ser una cura de humildad.
Pero si lo hacemos sinceramente, reconociendo méritos verdaderos, significa que obtendremos aquello que deseamos.
Por el contrario, sentirse adulado es de mal augurio y nos advierte que en la vida real debemos desconfiar de la persona que nos adula en sueños.