Si soñamos que somos asaltados, es que nuestro confort material esta asegurado, a menos que los asaltantes sean soldados, en cuyo caso lo que indica es que necesitamos mucho valor y decisión para lograr lo que nos proponemos.
Si somos nosotros los asaltantes, es que los éxitos que hemos logrado hasta ahora se deben, casi siempre, a nuestra temeridad.