Si soñamos con un atleta, o somos nosotros mismos quienes nos vemos convertidos en atletas, y poco después nos proponen un negocio, no lo aceptéis de inmediato, reflexionad antes con calma estudiándolo cuidadosamente, pues puede resultar mucho más problemático de lo que parece y estar lleno de trampas de las que difícilmente triunfaremos.