Si en la vida real entrar en la convalecencia equivale a una mejoría, en sueños el presagio todavía es mejor, pues anuncia el fin de las preocupaciones y el inicio de una nueva etapa en la que las posibilidades de éxito son mayores.
Según el contexto del sueño y las condiciones del soñador también puede pronosticar un buen matrimonio o una herencia.