Vivacidad, velocidad, belleza y agudeza visual son las cualidades que han convertido a la gacela en un símbolo universal, que muchas veces se representa agredida por un león u otra fiera.
En dicha forma simboliza desde al alma y la sensibilidad humana agredida a veces por las pasiones y el aspecto autodestructor del inconsciente, hasta la mujer, especialmente a la mujer exótica, de ojos rasgados y expresivos.
En el lenguaje de los sueños, si bien algunas veces puede simbolizar al alma, lo más frecuente es que represente a la mujer, y es en esto en lo que se basan todas las interpretaciones oníricas de los sueños de gacelas.
Así, soñar con una gacela equivale a ver a una hermosa y exótica mujer; si nos lanzamos a cazarla es que intentaremos seducirla, y si conseguimos atraparla es que la conseguiremos.
Tirar piedras a una gacela augura que pegaremos a nuestra mujer, o la abandonaremos por otra.
Si una gacela nos ataca es que nuestra mujer se revelará contra nuestro dominio.
Como puede verse, todas estas interpretaciones de los tratados tradicionales no hacen más que interpretar la acción y desarrollo del sueño, sustituyendo a la gacela por una mujer.