Oír gritar en sueños siempre es una advertencia de peligro, que puede oscilar de la simple posibilidad de que nos calumnien -si los oímos débiles y distantes- hasta adquirir verdadera importancia y gravedad si los oímos fuertes y cercanos.
El peor sueño es aquel en que queremos gritar y no podemos, en cuyo caso el peligro además de ser grave es personal y próximo.