La humareda simboliza las relaciones de la tierra con el con el cielo, pues es él quien se eleva al cielo el homenaje del incienso y de los sacrificios, e incluso la humareda que sale de una chimenea de los creyentes es como la respiración de la casa, una forma de comunicar a sus moradores con el infinito.
Este simbolismo espiritual de la humareda muy raras veces se revela en los sueños y cuando se sueña lo hace en forma de humareda blanca que se eleva directa al cielo.
Pero junto a este simbolismo espiritualizado existe también otro mucho más material y que es al que casi siempre se refieren los sueños: la humareda que impide la visión y oculta a cuanto se halla envuelto en el mismo.
En los sueños siempre es una humareda oscura que revela un estado de confusión mental que impide resolver los problemas en que se halla envuelto el soñador, o le anuncia la existencia de enemigos ocultos.