Simbólicamente, el manto indica una dignidad, pero a la vez implica una separación entre quien se envuelve en el mismo y el resto del mundo.
La clase de tela, el color, la forma y los adornos son detalles que ayudan mucho a la interpretación.
Por lo general, en los sueños siempre indica protección, éxito, honores y satisfacciones de amor propio; todo ello en proporción a la longitud y riqueza del manto.
Dar el manto a otra persona es una forma de entregarnos a la misma.