El termino “sueño lucido” fue introducido en 1913 por Frederick Van Edén, medico Holandés e investigador psiquiátrico.

Un sueño lucido se caracteriza porque el soñador es consciente que esta soñando. Este tipo de sueño se puede dar de forma espontánea: la persona se duerme comienza a soñar y alcanza la lucidez o conciencia mientras sueña. Otra forma de llegar a tener un sueño lucido es a través de la inducción por determinadas prácticas y ejercicios.

Este tipo de sueños es mas frecuente en la etapa de sueño REM, donde la actividad cerebral es similar a la vigilia.

Los investigadores manifiestan que las personas pueden utilizar el sueño lucido para resolver un problema o para detener una pesadilla recurrente. Quien sueña también puede influir sobre la dirección del sueño, ya sea prolongándolo o interrumpiéndolo.

El Psicólogo Gestaltico Paul Tholey propuso 7 características del sueño lucido:

-El soñador sabe que sueña

-Dispone de su libre albedrío

-Cuenta con sus capacidades normales de raciocinio

-La percepción de los 5 sentidos es igual a la vigilia

-Cuenta con los recuerdos de los que dispone cuando esta despierto

-Recuerda el sueño con claridad al despertar

-Interpreta el sueño dentro del sueño mismo

El soñador que atraviesa un sueño lucido puede tomar decisiones acerca de lo que el hace en el sueño, y dirigirlos en la dirección que desee. Como así también intervenir en el ambiente, los personajes y desarrollo del sueño.

Estas posibilidades durante los sueños lucidos le confieren la potencialidad de poder elaborar y resolver situaciones conflictivas de la vida del soñante, como así también reducir los miedos y ansiedades.

Con la practica el sueño lucido puede ser aprendido y logrado a voluntad, convirtiéndose en una herramienta de ayuda personal.