El dios de la medicina en la mitología griega era Esculapio. De los templos construidos en su honor, el más famoso era el gran hieron o santuario en Epidauro, y el método de curar practicado en este lugar se basaba en los sueños.

El enfermo que llegaba al templo era vestido con prendas nuevas y blancas, y su lecho era colocado frente a la estatua de Esculapio. Mientras dormía, se suponía que el Dios se aparecía y le recetaba las medicinas apropiadas. Por la mañana, el paciente relataba su sueño al medico quien procuraba que se aplicara el tratamiento prescrito en el sueño.

No tiene importancia especial el que creamos o no que la información dada al enfermo durante su sueño haya provenido de Esculapio o del subconsciente de aquel. Pero lo que si importa es que el porcentaje de curaciones era extraordinariamente elevado para aquel tiempo.

Se transcribieron algunas breves resumenes de las tablillas colgadas en el templo.

Alcetas de Alicos, ciego, soñó que Esculapio le abría los ojos con los dedos. Al día siguiente podía ver.

Un hombre llamado Julián padecía hemorragias pulmonares. Se le dijo que fuera al altar, mezclara nueces de pino con miel de abeja y comiera de ello durante 3 días. También curo.

El hijo de Lucio estaba moribundo a causa de una pleuresía. El dios se le apareció en un sueño y le dijo que hiciera una pomada con cenizas del altar mezcladas con vino y se la aplicara en el costado. Sano.

Las curaciones a través de sueños o de información suministrada por el subconsciente, no se limita a sucesos ocurridos en otras épocas. En la actualidad son muchas las personas que sueñan tratamientos o métodos de medicación necesarios para sanarles de alguna enfermedad.