Símbolo sexual; sueño suscitado por un deseo, sobre todo en las mujeres.
Que uno ve: alerta contra la falta de seriedad de terceros.
En el que uno se apoya: una persona con la cual uno creía poder contar, nos fallará.
Con el cual se es apaleado: lo haya merecido o no, recibirá una lección.
Que uno rompe: desavenencia.
Que uno da: tendrá una sorpresa agradable.
Que uno recibe: éxito que obtendrá gracias a su propia energía.
Una sobreexcitación nerviosa que invita a cuidar más de su salud y a vivir con más prudencia.
Que uno ve o en la que toma parte: si es un soldado el que sueña, las secuelas de lo que efectivamente ha vivido; si no anuncia en general enemistades secretas que causarán mucha agitación, puede tratarse también de querellas en el hogar.
Para nuestras abuelas el baúl era una continuación del armario ropero, en el que se guardaba lo más selecto de sus pertenencias, aquello que sólo se usaba en contadas y solemnes ocasiones, o que únicamente servía de recuerdo o se guardaba por su valor o rareza.
Por dicho motivo, los sueños en que aparece un baúl, antes tan frecuentes, han ido desapareciendo gradualmente de nuestras vidas paralelamente al desuso del baúl, y si alguna vez se producen tienen el mismo significado que los de
En la mayoría de los casos continuación de un sueño con agua.
Que uno ve o al que asiste: encontrará recursos interiores que le permitirán superar momentos penosos.
Que uno coge: cargas y esfuerzos.
Que uno come: perspectivas de alegría y placer.
Que uno ofrece a la venta: preocupaciones por el pan cotidiano.
Todavía verdes o secas: descontento y contrariedad.
Que uno ve: en general, buen presagio.
Que uno trae al mundo: nuevas posibilidades de existencia.
Que uno ve traer al mundo: para el hombre, separación de su mujer; para los pobres, buen presagio; para los viajeros, regreso al país.
Que uno ve amamantar: felicidad para la madre.
Que uno lleva a bautizar: vida cristiana.
Que uno ve dormir: presagio de un buen porvenir.
Que uno ve jugar: alegría.
Que uno ve enfermo, caer, o que le oye gritar: regresión en los negocios.
Flaco: un mal período.
Gordo: un buen período.
Moribundo: éxito inesperado.
Que uno asesina: se causará a sí mismo una grave pérdida.
Sueño que calma un deseo, a veces también síntoma de fiebre crónica.
De un vaso o una copa: curación u holgura.
De un jarro: miseria.
Que uno ve: pobreza y miseria.
Que uno busca: habrá que hacer grandes esfuerzos para salir de una situación difícil.
Que uno recoge: ganancia.
Que uno ve caer del árbol: perderá un buen negocio o cometerá una torpeza.
Que uno da de comer a los cerdos: anuncia un acontecimiento feliz.
Ver o comer berenjenas en sueños se considera un mal augurio, especialmente si tiene lugar en una época del año en que no suelen estar en sazón, y casi siempre se tratará de penas y sufrimientos a causa de alguna pasión secreta.
En sueños los berros siempre pronostican mejoría, ya sea de la salud, de la economía o de la situación profesional.
Besar en sueños a una persona del sexo opuesto presagia infidelidad, a menos que se trate de nuestra pareja, en cuyo caso es indicio de buena fortuna, que alcanzaremos de forma inesperada o cuando ya no la esperábamos.
Si besamos a otra persona que también goza de nuestro afecto, se trate de un familiar o de un amigo, equivale a despedirnos de la misma, que no tardará en partir de nuestro lado.
Si besamos a alguien de nuestro propio sexo, sin simpatía ni afecto, es que nos beneficiaremos materialmente de su amistad, y si lo hacemos con afecto, es ella quien se beneficiará y sacará provecho de nosotros.
Besar la tierra presagia penas, dolores y humillaciones; a un muerto, próxima herencia.
Verla o leerla: matrimonio feliz.
Comprarla: un conflicto familiar se mitiga.
Dejarla caer: separación.
Que uno ve o la que se encuentra: éxito, pero sólo al cabo de largos esfuerzos, serios y obstinados.
Que uno ve o en la que se desplaza: está expuesto a un peligro por un accidente producido en la calle.
Estropeada: prudencia.
Que uno compra: practicará deportes.
Cuando en sueños nos hallamos ante una bifurcación de caminos es que también en la vida real debemos escoger entre dos o más empleos o decisiones.
Que uno ve en un honre: un hombre a quien uno tenía por un héroe demuestra ser un pobre diablo.
Que uno ve en una mujer: en los sueños de hombres, no se sentirá en un lecho de rosas al lado de su mujer, de su novia o de su amiga; en los sueños de mujer, hay que desconfiar de cierta amiga.
Si en sueños, un hombre con bigote le da un beso a una mujer, esta mujer tendrá como marido o amante a un fatuo.
La vida (o la vida profesional) proseguirá sobre una nueva base.
Tomar un billete: habrá que tener paciencia.
Ver muchos: se van a producir pérdidas financieras.
Contarlos: la situación se deteriora.
Que uno ve: en general, suerte, la mayoría de las veces, ganar a la lotería o en el juego.
Que uno compra o posee: mala suerte en la lotería o en el juego.
Que uno ve con un número: debería comprar un billete que tenga ese número.
Cuando en nuestros sueños aparece un bisturí es que existe algo, una situación, un problema, una enfermedad, o lo que sea, que ha llegado a un punto en el que es necesario tomar medidas drásticas para salir de la misma.
Sólo el desarrollo del sueño, así como el conocimiento que el soñador tiene de sus problemas acuciantes, permitirán la interpretación del sueño y, por lo tanto, qué es lo que debemos
Que uno ve: gustar de las golosinas.
Que uno cocina: compromiso de matrimonio en la familia o algún otro acontecimiento alegre.
Que uno come: desea algo, pero no está aún completamente decidido.
En los sueños, aquel color blanco que proviene de la falta absoluta de color, y la palidez, el aspecto descolorido de objetos y personas, se relaciona con la muerte.
Hasta que España introdujo en Europa el negro como color negro color del luto, el blanco había sido en todo el mundo, y lo sigue siendo en infinidad de lugares, el color de la muerte.
Todavía hoy, en representaciones y carnavales, el blanco sudario y el blanco esqueleto son los representantes de la muerte. Es que en el simbolismo del inconsciente (que es el de los sueños), el único perdurable y universal, el blanco sigue siendo el color de la muerte.
Lo que ocurre es que con el concepto de pecado, el negro se ha reservado para el mal, mientras que el blanco se ha convertido en el color de lo que nace (o renace), de lo que llega del otro lado de la muerte, de lo que todavía no ha sido manchado por el pecado.
Por ello, si la muerte se considera como un mal, como el mayor de los males, su color será el negro, pero si se considera la muerte como el más allá de la vida, como la otra cara de la vida, su color será el blanco.
Así pues, temamos por la vida de aquellas personas que en sueños se nos aparecen desprovistas de color, y si se trata de objetos o cosas normalmente coloreados, también ellos se hallan en grave peligro de destrucción.
Pero si los objetos nos aparecen pintados de un blanco brillante e impoluto (no de un blanco apagado por falta de color), lo que nos augura es confianza no traicionada. Por el contrario, si los objetos blancos aparecen sucios, es casi seguro que seremos objeto de traiciones.
Si nos vemos blanqueando alguna pared o algún objeto sucio, el sueño tanto puede presagiar una reconciliación en la que se olvidarán y dejarán aparte pasados agravios, como revelar que en la vida real estamos usando falsos artificios para aparentar que somos buenos e inocentes. Sólo el soñador que conoce su intimidad puede saber cuál de las dos acepciones es la que corresponde a su sueño.
Al igual que los dientes, es un signo únicamente sexual de potencia en el hombre como en la mujer.
Tener una boca grande: promete convertirse en un buen orador.
Sueño de deseo cuando existen complejos sexuales (en las mujeres y particularmente en las personas jóvenes).
Que uno ve: celos.
Que uno festeja: inclinación a la diversión.
Ponerse trajes de bodas: desacuerdo entre la pareja.
Hacer un viaje de bodas: gran sorpresa.
Recibir a los invitados para una boda: perderá mucho dinero.
Base de la casa; símbolo de las piernas y de las regiones inferiores del cuerpo.
Que uno ve: hará economías, ahorros.
Oscuras, en la que se está sentado: duelo, graves disgustos y fracasos.
Adonde se va a buscar carbón: paz en el hogar.
Que uno recibe: un acto fallido traerá un revés.
Que uno da: querer solucionar un asunto desagradable por medios que no son apropiados, lo vuelve aún más desagradable.
En sueños los bogavantes anuncian placeres delicados, pero que pueden ser peligrosos para la salud.
A veces también presagian noticias y sorpresas agradables.
En la que uno se encuentra: caerá en malas compañías, gastará su dinero en cosas inútiles o de poco valor, o sucumbirá a una tentación.
Que uno ve: las esperanzas se realizan.
Boj seco: cuesta trabajo avanzar.
Atravesar una hilera de bojes: magnifico porvenir.
Símbolo de lo que la suerte tiene de inconstante.
Que uno ve: suerte inconstante.
De hierro: afrontará todos los peligros con coraje.
De cristal: indecisión.
Jugar a los bolos: no asumir grandes riesgos porque el resultado no será bueno.
Ver caer los diez: empresa arriesgada, pero que tendrá éxito.
Ver jugar a otros: evitará una contrariedad.
Pensar en cosas materiales en sueños es un aviso de no dejarse dominar por ellas en la vida.
Vacía: anuncia una pérdida de dinero.
Que contiene dinero: ganancias a la lotería.
Que uno encuentra en la calle: felicidad o ganancia inesperada.
Que uno recibe de regalo con dinero: sorpresa agradable.
Especular en la bolsa: un intento de mejorar su posición mediante una buena jugada que no resultará.
Estar empleado en la bolsa o ejercer allí cualquier actividad profesional: alerta contra una empresa irreflexiva.
Que uno ve en un vestido o en un abrigo: advertencia contra la negligencia en la custodia de cosas importantes.
En el que se pone algo: perderá algo.
Del que se saca algo: encontrará algo que había perdido o cambiado de sitio.
En el que busca algo que no encuentra: sorpresa alegre.
Peligros, sueño de destrucción total.
Ver una bomba: suceso imprevistos y desfavorables.
Que uno tira sobre otros: hostilidad de terceros.
Explotar y causar destrozos: accidente.
Ver un atentado con bomba contra una alta personalidad: va a escapar de un peligro que quizá no había advertido, o ya ha escapado.
Que uno ve: incitación a cumplir un acto ante el cual tiene reticencias.
Que uno hace funcionar: va demasiado lejos en un asunto o negocio.
Que uno trata, sin éxito, de poner a funcionar: fracaso en el amor a pesar de todos los esfuerzos.
Que uno ve accionada por otros: le pedirán ayuda.