Presta demasiada atención a las habladurías y no es capaz de hacer las distinciones que se imponen.
Que uno ve: amigos fieles.
Que uno oye piar: encuentro de amigos.
Aun cuando al hablar de AGUA véase
Realizar o ver un grabado en sueños significa que durante mucho tiempo guardaremos un vivo recuerdo de los acontecimientos que nos presagia el dibujo o imagen reproducida.
En sueños, la grama es un presagio de dificultades, problemas y molestias, tanto en la salud como en los demás ámbitos de la vida; molestias que se reproducen una y otra vez, pero todo ello no será de gravedad a pesar de ser molesto.
El resto del sueño nos aclarará la clase de dificultades y sobre qué materias tendrán lugar.
Que uno ve o que come: será lavado de una sospecha.
Que uno ve explotar: se compromete, sin reflexionar, en una empresa peligrosa.
Va a sufrir una pérdida material o intelectual.
Que uno ve: gran daño.
Desde un lugar abrigado: insatisfacción y mal humor.
Hallarse en una tormenta de granizo: familia desunida.
Indica una cierta sobreabundancia que libera de preocupaciones, pero puede ser causa de enfermedades.
¡Atención!
Que uno come: enfermedad.
Que uno prepara: pérdida.
Tener manchas de grasas en los vestidos: matrimonio rico.
Siempre anuncian pérdidas de todas clases, cuya gravedad dependerá de su amplitud y de dónde se produzcan (véase CANAL, CASA, etc.).
Es el color de la ceniza y de la bruma.
Revela miedo, angustia, abatimiento, inercia, indiferencia y dolor.
Tanto es así que los hebreos se cubrían la cabeza con ceniza para expresar el más profundo dolor, y algunos artistas medievales pintaron a Cristo con un manto gris para presidir el Juicio Final.
En cuanto al análisis psicológico de los sueños, además de los significados ya anunciados, todos aquellos que aparecen envueltos en una niebla grisácea pertenecen a las capas profundas del inconsciente y revelan todo aquello que se resiste a salir a la luz y que forma el substrato de nuestros temores y angustias vitales.
Oír gritar en sueños siempre es una advertencia de peligro, que puede oscilar de la simple posibilidad de que nos calumnien -si los oímos débiles y distantes- hasta adquirir verdadera importancia y gravedad si los oímos fuertes y cercanos.
El peor sueño es aquel en que queremos gritar y no podemos, en cuyo caso el peligro además de ser grave es personal y próximo.
Que uno ve: tendrá que ver con personas francas.
Romper sus ramas: anudará una amistad fiel.
Que uno tiene época de cosecha: constancia y satisfacción.
Fuera de estación: infidelidad.
Beber jugo de grosella: busca un cambio.
Entre nosotros la grulla simboliza la fidelidad y la longevidad.
Pero quienes mejor han sabido captar todos los matices simbólicos de la grulla son los japoneses, para quienes, junto al pino y la tortuga, simbolizan la máxima longevidad, y por su color blanco la pureza, pero una pureza que conserva toda su potencia vital, como lo atestigua el rojo cinabrio de su cabeza.
En los sueños, las grullas adquieren el mismo significado que las CIGÜEÑAS.
Desde la gruta délfica, en la que la Pitia desvela sus oráculos, hasta la de Lourdes, en que se apareció la Virgen, todas las grutas tienen un sentido adivinatorio o terapéutico, gracias a su íntimo contacto con las entrañas de la Tierra y las fuerzas telúricas.
Por ello su significado casi siempre es benéfico y ya lo hemos expuesto en CAVERNA.
Que uno recibe de regalo: alguien se presentará con pretensiones injustificadas.
Que uno se pone: alegría.
Que uno lleva: felicidad y prestigio.
Rotos: van a hacer poco caso de uno.
Que uno pierde: discordia y querellas.
Falta de seguridad en el comportamiento.
Que uno ve o con el que tiene relaciones: un peligro amenaza la paz del hogar, desde el interior o desde el exterior.
Que uno es: querella en el hogar.
Se interpreta como Que uno ve: en un proyecto chocará con un obstáculo.
Que uno ve: viva agitación.
En el curso de la cual uno cae prisionero: encontrará un adversario poderoso que le causará un daño.
Ver armamentos: desgracia.
Leer en el periódico informaciones sobre armamentos: recibirá malas noticias.
Ver armamentos destruidos: restablecimiento de la calma después de una catástrofe.
Que uno la vive: quizás un sueño premonitorio, sobre todo si hay detalles más precisos que indiquen una fecha determinada, y si ya se han tenido sueños premonitorios. Si no, anuncio de una gran conmoción interior.
Si en sueños nos vemos conducidos por un guía que nos ayuda a superar los obstáculos, nos muestra todo aquello que deseamos o necesitamos ver y nos dice por dónde podemos o no podemos pasar, es que en nuestro interior existe algo que nos impulsa a escalar nuevas metas, a adquirir nuevos conocimientos, elevándonos así a un superior dominio sobre nuestros instintos.
Carece de importancia la forma que adopte este guía en nuestro sueño (amigo, maestro, sacerdote, guía turístico, etc.), lo que importa es su existencia y por dónde nos conduce.
Que uno ve: va a oír un juicio despiadado, pero todo acabará arreglándose de la mejor manera.
Bajo la cual uno se ve significa que espera una decisión y no sabe si será favorable o desfavorable.
Asistir a una ejecución significa será testigo de un accidente.
La guirnalda, como la corona de flores, puede ser una señal de bienvenida, de homenaje o incluso de simple adorno.
En nuestro sueño lo que importa es el contenido global del mismo, pues la guirnalda, de por sí, sólo simboliza lo efímero, la corta duración de lo que simbolice el sueño, ya que las flores que la comportan no tardan en marchitarse, en perder su valor.
Que uno ve: una empresa en curso progresa bien.
Que uno come: estado enfermizo o fin de un asunto o negocio.
Que uno siembra: esperanza en un proyecto.
Que uno come en la sopa: querella familiar.
Que uno ve: se cansará pronto de una relación esperada y establecida con cierta persona, pero no puede darle simplemente la espalda.
Significado a veces equívoco, puede tener también un sentido erótico, si la fruta está agusanada el sentido es claro.
Que uno ve: a propósito o sin quererlo, alguien le causará un mal.